miércoles, 17 de agosto de 2011

Jugando a la suerte tonta

Cuando el temblor pasó
y quedé en el suelo,
te vi volar a mi...
a mi recuerdo.

A la suerte me dí
sin mas consuelos,
que el ensordecedor
silencio.

Un auspicioso color vivo fue
de fríos sabores dulces,
pensando a lo mejor
en una suerte tonta.

Nada por esplendor,
sólo brillo propio,
fugaz mi paso fue
en la arena del sueño.

Las cosas de a dos,
el individuo no entiende,
un lobo jamás
dejará su bosque solitario, solo.

No hay mas anhelos que
el fin de semana,
esto sólo sirve
para llevarse algo de plata.

En aquél espacio
sólo brilló la estrella ausente,
y el universo fugaz, entre lágrimas,
se extinguió.

Un auspicioso color vivo fue
de fríos sabores dulces,
pensando a lo mejor
en una suerte tonta.

Nada por esplendor,
sólo brillo propio,
fugaz mi paso fue
en la arena del sueño.

A la suerte me dí
sin mas consuelos,
que el ensordecedor
silencio.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Mi suerte además de tonta es mala.

Saludos.

Mariposa dijo...

Mi suerte es demasiado mala, por eso no creo en ella... Hay dias que creo mas en mí otros menos... Pero ya no culpo mas a la suerte, ahora me culpo a mi misma, de todo lo bueno, de todo lo malo. Beso FacuZ!

Juan Ojeda dijo...

Un poema extraño, no sé, lo tuve que leer varias veces, y de vez en vez hallaba una nueva optica para mirarlo.

me gustó,

"Las cosas de a dos,
el individuo no entiende,
un lobo jamás
dejará su bosque solitario, solo",

esos fabulosos versos me acompañarán; gracias por compartir.