domingo, 31 de octubre de 2010

Solo

Dónde van los días
cuando no sueño,
yo me voy cansado
de encontrarme.

Si yo sigo ese brillar
cuando puedo o, hasta
donde sé llegar.

La vida me huele a vacia
cuando me acuerdo de
las partidas.

Necesito ir a tomar aire
donde el viento me despeine
y no haya nadie.

Solo quiero desarmarme
dejar todo el peso y,
flotar en el aire.

Cocerme las alas que perdí,
caminar, olvidarme
de este gris.

Me pido perdón a mi
y me doy gracias
por venir

jueves, 28 de octubre de 2010

Tensionado

Yo esperaba el sonido, lo esperaba incansablemente.
Por favor, ¡Que nunca deje de sonar!, aunque temía que luego venga lo peor.
Yo lo esperaba, como dije, incansablemente, y además tenso, nervioso, estresado, alterado. Dependía de ese sonido, mi futuro, mi corazón, mis sueños en estado de coma, mi desinhibición, la alegría misma.
Mi cuerpo que siempre vi frágil de aspecto (pero fuerte de alma), se tensaba, se ponía a la defensiva, claramente los sonidos no debían callarse.
Hasta que colapse.
Entendí que no eran más que sonidos, había algo detras pero nunca se hizo presente, así que el cuerpo, mi cuerpo real y mi cabeza, era lo unico presente para mí, empecé a darme cuenta de las tensiones, y no estaban buenas, que volvía a una forma de mi niñez a la cual no quería volver.
Ahora más tranquilo, ni mejor ni peor, mas tranquilo y en tranquilidad, cada tanto leo cosas indebidas, en las que me gustaría hacer millones de aclaraciones, pero el tiempo pasó, pasó.
Aclarar cosas, sería volver a revivir dichas tensiones, mejor que cada cual tenga sus capítulos, y esos sonidos (justo al terminar este escrito), en esas lecturas indebidas, veo que quieren sonar en otro lado. Mejor suerte!

Al que comprenda este absurdo escrito desde el lado del protagonista, espero que pueda adaptarlo a su motivo de tensión, y dejar de tensionarse. Al que este del lado del (en este caso) sonido, comprenda al que lo escucha.

martes, 26 de octubre de 2010

La Huida

Cuántos días pasaron,
de verdad, ya no me acuerdo.
Hubiera dado tanto
por estar, en este momento.
Imagino tu día con llantos
y maldiciones al viento.

Sigo pensando,
que no es cuestión de suerte.
En la vida todo se hace,
o poco a poco se nos muere.

Ya lo sé,
a veces cuesta entenderme.
Me doy vuelta,
cada dos pasos,
voy mirando todo
mientras me voy alejando.

lunes, 18 de octubre de 2010

Inventar


Dejemos de tirar la moneda,
que no todo es pura suerte,
si queres dejame inventar
algo para vos.
Nunca lo hice, no sé como saldrá pero,
dejame inventar, no pensar.
Siento que la vida tira de todos lados y yo,
yo quiero ir para el tuyo
y si me sale mal, que se yo,
inventaré una salida de emergencia,
algo para mi.

En el gris de las calles
algo va a destellar...

lunes, 11 de octubre de 2010

Fuera de Todo

Nunca tuve la solución,
nunca supe que tan lejos voy.
Algún día de esos cualquiera,
no sabía cuando era hoy.
Yo no me olvido
de lo que me importa,
y lo que me importa es
no olvidarme de nosotros.
Ahora que estoy fuera de todo
ya no sirve pensar lo que pasó.
Cuando el tiempo haya pasado
veremos si esto es lo mejor.
Cuando el tiempo sea distante,
los ojos cansados de no ver,
podrán alcanzar a la sombra de los irreales
y de algún modo no conocerse en partes.
Ahora que estoy fuera de todo,
sólo me queda levantar la cabeza,
para ver por allá, para ver por aca,
en el tiempo vencido tanta belleza.

viernes, 1 de octubre de 2010

Extraño suceso

Extraño suceso
el de esos pensamientos que no se lleva el viento.
Contarte es lo que intento,
contarte que tan lejos está
la verdad, cuando no miento.

Y si fuese un ser alado,
que alcanzara a tocar el infinito,
no diria nada, ni mencionaria,
solo llevaria mi cabeza
cuando de una vez por todas enloquezca.

Extraño sucesos
los que no cuento cuando te cuento
a medias mentiras la verdad partida,
y solo yo se, lo que no siento
y vos no entendes lo que me encierro.

Pero hoy no guardo nada ni envejezco
y, ya me importa poco si enloquezco
porque en cada paso que voy dando
siento como el plumaje, las alas,
envuelven mi propio cuerpo.

Son tan reales que no necesito tocarlas,
son tan suaves que me sobra el tacto,
y su simple batir me llena,
me enloquece sana y perdidamente,
que no quiero jamas que me despierten.
(De este sueño que sueño despierto.)