martes, 6 de septiembre de 2011

El sordo que llora por deporte

Quizás llora por que es sordo. No por el hecho de no escuchar nada, sino por el hecho de no poder escuchar lo triste y sufriente que es su llanto.
Es casi un disparo impune a plena luz del día, un espantajo febril que remedia su dolor con más dolor, es decir, que para olvidar el presente se crea uno futuro, y cuando ese futuro pasa a ser presente, recuerda el pasado y asi, una cadena desdichada y digna de un cachetazo para la reacción y salvación o simplemente para el olvido.
Pero, no vamos a hablar de su sordera, ni de su llanto, vamos a hablar del motivo de su llanto, que más que llanto ya es deporte, y si lo comparamos con algun deporte sería de alta competencia, esta mas preparado para llorar que para amar u odiar.
Entonces, la capacidad que tiene su ser para crear ese llanto realmente es empalagosa comparándola con alguna persona extremadamente dulce.
Una vez, supo conocer a alguien así, empalagosa, ¿por dulzura? mmm... No.
Era empalagosa en simpatía, se podría decir que era carismática esa persona, a tal punto que su sola presencia provocaba las miradas atónitas de los espectadores casuales que estaban en el momento justo donde se generaba su presencia.
Percatado que su constante e ininterrumpido lagrimeo no generaba el mismo foco de atención que cuando la empalagosa persona hacía su inesperada y casi espectacular presentación, volvía, entre lágrimas, a su casa buscando alguna solución a dicho problema. Lloró y lloró. Su húmedo cerebro no daba respuesta alguna al problema del foco de atención simpatía/pena, claro tan sumergido en el papel de víctima de algún feliz victimario, no dejaba proponer deslizadas ilusiones más que la de aumentar el dolor espiritual para ver si atraía más guardaespaldas y consejeros baratos, mezclados con falsas caricias e insensibles miradas tristes para hacerle creer que no estaba solo.
¡Olvidate de tus cimientos!. El problema está en la estructura, olvidate de tus cimientos y... ¡Crecé más de lo permitido! - dijo el feliz carismático-, de pasada al verlo llorar.
Todos rieron. El sordo no entendió.

5 comentarios:

Noelia Palma dijo...

Facu, qué bien estás narrando, en serio...

con respecto a llorar por deporte, ni me lo recuerdes, conocí gente así... pero eso, era más sordera que otra cosa!

un abrazo Facu, de verdad, hacía mucho no te leía algo tan bueno!

El magnetista dijo...

Genial!!! simplemente genial.

un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

Todos rieron...
Para eso se necesita una víctima.
Siempre.
Así somos.

Saludos.

silvia zappia dijo...

gran relato! es diferente del resto, qué buena narración!

besos, Facu*

Unknown dijo...

Hola,Facu es una entrada muy bonita, dice cosas que gente no se lo a parado a pensar, uun saludo y tienes una seguidora mas!(: Un beso y sigue así!
Camila