Con razón sabías tanto de distancias, si sólo sabés escapar,
de noche, de día, de pura y puta maldad.
Y los ojos que miraban tu tempestad son (todavía) los míos,
ajenos a esas pequeñas cosas que nos debemos y nunca dejaremos de debernos,
ahora, hasta (¿Quién dirá cuándo?), desde (ojalá supiera cuando).
Fue todo tierno como un beso, la cagada es que nos olvidamos
los labios. Escapaste, escapé.
Me perdí, me perdí, por suerte me perdí.
Cuando encuentre la dirección de donde puedo volver, quizás
vuelva…
3 comentarios:
Volvé
pronto...
siempre se vuelve al lugar del crimen, dicen...
buen texto
beso*
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