Después de excederme tanto,
en benditas creencias y no salir
de la vulgaridad que enferma el anhelo...
Está a mi costado el que antes
estaba tan dentro,
que busca en pequeñeces
un bonito accionar en desmedidas grises.
Y se va a despertar,
de estos sueños que no sabe si sueña...
encontrándose ciego en la niebla...
Aunque este todo gris,
en el día soleado, te vestís,
y vas a enjaularte y sentirte afiebrado,
sabiendo que no hay "en cualquier momento"...
ni un ojalá que haga valer la pena
de esta fiebre, con tanto calor...
y la niebla se va y no deja nada para ver.
Algo escribís, algo aguardás,
y un tropezón que no sentiste como caída,
y no te parás porque te creías en dos pies...
el peor final para el gris que oscurece...
Ya despertás,
el sueño fue soñado pero ahora descansa...
¡niebla te voy a afanar un descanso para mis ojos!
2 comentarios:
qué lindos garabatos hay por acá.
un abrazo Facu
Lindo como siempre lo que se lee por aca... La niebla molesta, pero a veces es hay que sentir sin mirar para ver mejor... Ciegos tantas veces somos aunque sin niebla...
Beso!
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