Salvaste el mundo mas de una vez,
y no te salvas a vos jamás,
entre insinuaciones y corazonadas,
valentia de la soledad.
Así escapás del mapa sin mirar atrás,
huyendo como si fuera tu misión,
de dios en dios confiar,
de dios en dios putear,
y en este oscuro y triste final,
de nuevo a empezar o seguir sin más.
No hay tiempo para que el pez
pueda cabalgar, ni tampoco volar,
y sus ojos, de donde sale la pícara miel,
ya olvidaron como mirar,
no tuerce el cuello este triste andar,
huyendo como si fuera su misión,
de desvelo en nafragar,
de soñar al despertar,
y en esta vulgaridad
de nuevo a empezar o seguir sin más.
6 comentarios:
Si no estamos a salvo nosotros, si no sabemos ponernos a salvo... (y no digo desde la cobardía) difícil salvar algo mas. Me gusta tu blog. un beso
"entre insinuaciones y corazonadas,
valentia de la soledad"
Simplemente hermoso!
Coincido con Corina, salvarme.. luego te salvo. Abrazo!
"(...)Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo."
¡Todo mi cariño para ti, encanto!
No se puede salvar el mundo sin antes no crees en ti, no huyas confía en Dios, confía en ti.
Un cordial saludo
De la nada a la nada vamos todos.
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