martes, 20 de mayo de 2014

LOS INVITO A MI FACEBOOK

Hola, he dejado un poco olvidado el uso de Blogger.
Estoy pensando en iniciar uno nuevo con mis trabajos mas actuales de dibujos y humor grafico.

Si quieren pueden ver y seguir mis trabajos en mi Fan Page de Facebook:

www.facebook.com/estozafa

Los espero!
Abrazos.

jueves, 26 de septiembre de 2013

INVOCACION

Alejandro, era un chabón que nunca tenía sexo, ni nada con una chica. ¡Ojo! no era feo pibe. Tampoco era un galán de cine, pero se defendía. Obviamente para su familia era como Di Caprio en Titanic o Brad Pitt en Troya (aunque él no era rubio), pero bueno, la cuestión es que su vida sexual no era lo que supuestamente debería.
El amor llega cuando tiene que llegar, buscarlo y forzarlo siempre lleva al fracaso supremo. Esto es tan obvio como que el día del inicio de la primavera va a estar de frío a fresco. Pero lo que no tiene problema alguno es buscar a alguien para revolcarse un rato y olvidarse en conjunto todo lo demás. Algo tan humano como tomar un té después de llorar una tarde entera.
Una tarde, volviendo a su casa, se cruzó con un compañero de facultad. Éste le dijo a nuestro Ale (al cual vió medio depre) una invocación rara y antigua, por lo que nunca se animó a comprobar. La misma consistía en ir al baño a las dos de la madrugada (esta hora debe respetarse a la perfección, ya que a medianoche es hora de invocación de Luzbel, y a las tres es la hora en la que los demonios salen a cazar), poner tres velas blancas y tres rojas, apagar las luces y repetir mirándo al espejo, en bolas, la siguiente combinación de palabras: “Teta-Culo-Chichi” seis veces, y cada vez que se terminaba de decir una, se apagaba una vela (el orden con que las mismas se apagan no cambia la invocación).
Lo hizo al pie de la letra. Luego de soplar la última vela, se abrió la puerta del baño y una chica linda peinada con trenza apareció, totalmente desnuda. Ale se quedó mudo, no podía creerlo. Ella, que no hablaba, lo tomó de una mano y lo llevó a una cama (su cuarto no era su cuarto, al parecer se abrió un portal que lo llevó vaya uno a saber a dónde). Garcharon, mucho. Hasta que él no quiso más. Con cariño y con violencia. Con besos y mordidas. Luego, sin siestita abrazados, ni nada de eso que está genial, ella lo agarró de la mano y lo llevó de nuevo al baño y se fue. El chabón cruzó la puerta y se encontró nuevamente en su habitación.
Al otro día, creyó que todo era un sueño, pero sólo basto con ir al baño a cepillarse los dientes para darse cuenta que había sido todo real. Allí estaban las velas usadas y para su sorpresa un nuevo juego de seis velas, con una tarjeta en la que había un beso estampado. Ale entendió que era un regalo para que vuelva a hacer la invocación esa misma noche. Todo el día pensó en ella, “ay, mi chica de la trenza…” y cosas así. Llegó la noche, se hizo la hora y repetió la combinación de palabras: “Teta-culo-chichi”. Luego a oscuras y en bolas esperó que apareciera ella. La puerta empezó a abrirse, pero, para su sorpresa el que lo recibió fue su amigo de la facultad. Vestido de traje a rayas, con sonrisa segura y confianzuda.
“Vení, Ale, firmemos el contrato”, dijo.



jueves, 19 de septiembre de 2013

HISTORIAS NOCTURNAS

Escribir en las noches para que los seres que la habitan te susurren sus buenas historias enfermizas al oído. Como el viejo Gómez, que aprovechando su alzheimer se metía en el departamento de sus vecinitas sensuales, que siempre se paseaban en bolas. Otra breve historia es la que cuenta ese muchacho que no tiene nombre, pero si cargo militar, que orgulloso me decía que él había salvado al taxi de la ambulancia. No sabemos bien a qué se refiere, porque se escuchó una sirena y un sonido a choque violento. Acto seguido: saltar de la cama asustado. El taxi, según parece se hizo mierda, así que vaya uno a saber a qué tipo de salvación se refiere nuestro militar amigo.
Otras historias para no escuchar son las que cuenta el Dr. Sina, el cirujano plástico. Sina viene de: “sin anestesia”, así que se imaginarán que clase de cuentos cuenta el doctor. “Déjeme hermosa, doctor”, decían las pacientes. Luego de una cirugía sin la cantidad necesaria de anestesia, se encontraban horribles. El “doc” hacía retoques en sus narices con el fin de que se parezcan a sus animalitos preferidos. “Qué me hizo, doctor, parezco un cerdito”, lloraban las quejosas pacientes insatisfechas.
También está la loca de los novios. Es una muchacha que nunca se presentó, aunque le preguntamos infinidad de veces su nombre, nunca nos lo contó. Parece que no le gustaba hacerse conocer del todo. Cada loco con su tema. Le decíamos de esa forma porque cambiaba de novio como quien cambia de ropa interior. La cosa es así: empieza a salir con uno, se enamora, y da un prometedor futuro de felicidad. “Oh, mi hombre, gracias por quererme siendo fea”, “no sos fea, sos como los primeros rayos de sol de la primavera, radiantes y llenos de vida”. Gil.
Cuando ella se aseguraba de tenerlo bien enamoradito y agarrado de las pelotas empezaba a dejarlo. “Estás bien loquito, medio psicótico, busco otra cosa. Ninos.”
Una noche tuvimos una idea: hacer radio. Y así nació FM Intrasueño. Tenía su cortina musical y todo:


“Con pintadas que tiñen su piel,
ojos dorados que detienen el motor,

y una voz gruesa que cuenta
lo que pienso.
(Y, el general escondido tras el velo...)

Vuelta acá, despertar con luz azul
y mucho invierno.
Todo en perfecto silencio,
se corta el sueño.

Sabiendo que es sólo un momento.
Ojos miran fijo, tras el velo...
(dan interés, no temor...)

Y una voz gruesa que cuenta
lo que pienso...
Los engranajes dando cuerda...
la FM del intrasueño...”

Hablábamos de actualidad y cada uno tenía una columna con su especialidad. El Dr. Sina hablaba de salud, la loca de los novios de amor (aunque solía opinar de todo, ya que creía saber de todo), el General (sin nombre) trataba sobre el panorama internacional y el viejo Gómez de lo que podía. Yo era el conductor y lo hacía bastante bien pese a que nunca había conducido ningún programa.
Tuvimos éxito, pronto se corrió la bola del programa y aparecieron marcas con ganas de publicitar en nuestras tandas.
Ellos estaban chochísimos, yo feliz porque el programa crecía, pero no tanto por la plata de los sponsors porque el dinero en ese mundo no es el mismo que el que usamos nosotros, y ya no quedan casas de cambio para poder traerme alguito.
Me propusieron abrir una caja de ahorro en el banco del más allá, cosa de juntar lo que gane para cuando esté retirado de esta vida. Una especia de seguro para, el día que no esté en este mundo, tenga unos pesitos para empezar algún proyecto. Dicho y hecho. El futuro está allá.


sábado, 13 de julio de 2013



Decidí volver por otro camino para hacer más tiempo. Simular un poco que mi demora era por tener una vida con ocupaciones. Doblé por esa calle, encontré una empresa grande donde pensé que podía ver si había algún trabajo para mí.
El hombre de la vigilancia me invitó a dejar mis datos para que se puedan poner en contacto conmigo más adelante. Lo de siempre: “lo llamaremos”.
Se está complicando la situación, hay problemas o preocupaciones girando en mi cabeza. Una calesita que me hincha bastante las pelotas, los engranajes dando vuelta una y otra y otra vez pueden enloquecerte fácil y rápidamente.
Mi cabeza se distrae en algunas situaciones, como cuando escuché los pedales de la bicicleta. Pasó por detrás, me quedé viéndola, se alejaba y al estar a una cuadra de distancia, sin saber por qué comencé a seguirla, como si fuera un anhelo de mi existencia, era  lo más preciado que tenía y no podía darme el lujo de perderlo bajo ninguna circunstancia.
Hacía tiempo no corría así. “Vida tranquila” decía el doctor, unas complicaciones me habían hecho dejar los partidos de fútbol y cualquier otra actividad. Te tocó, mala suerte.
La estaba alcanzando y se dió cuenta que la seguía, miró para atrás un par de veces pero en la adrenalina de no llevarse nada puesto por delante creo que no llegó a verme. Hice mi último esfuerzo (no me sentía mal pero el cuerpo te hace saber que no está acostumbrado a estos trotes) y la alcancé, por fin, iba a la par de la bicicleta.
Era una chica. Una mujer al volante. Pelo rubio, corto, pero lo suficientemente largo para que el viento de la marcha lo pueda hacer bailar en el aire. Nos vimos, no me salió decirle nada, no sabía por qué la estaba siguiendo. Ella me sonrió y empezó a tener sentido todo.
Le dije, sin pensar, que valió la pena seguirla para ver esa sonrisa (me sentí un boludo, pero un boludo valeroso), a ella no le molestó lo que dije, y se tentó al mismo tiempo que bajaba la velocidad, quizás para hacerme un favor.
Era lo único que justificaba el acto de levantarme de la cama ese día. Llegamos a un cruce de calles, un túnel pequeño enfrente y encima una autopista. Trepó para llegar a la autopista y yo la ayude con la bicicleta. Una vez arriba me volvió a mirar y a sonreírme. Comenzó a pedalear y la vi alejarse.
Me quedé mirándola hasta que mi vista no pudo distinguirla más, sintiendo el viento que iba para aquella dirección. El sol estaba cayendo. La gente volvía a casa, yo todavía no sabía qué hacer, sólo veía los autos pasar.
Entrá:
http://www.facebook.com/facupinta


lunes, 17 de junio de 2013

Cuaderno viejo



Encontré en un viejo cuaderno palabras tensas que hablaban de amor. Situaciones para toda la vida, por todo el universo (real y ficticio), en vida y en muerte.
Luego recordé que noches anteriores, en la soledad que da el silencio y la oscuridad no estaba solo. Me abrazaba una atmósfera, una sensación física a cuerpo de mujer que posaba sus labios en mi cuello.
Lo que era un beso tierno no tardó en convertirse en algo amenazador, de lo que no podía liberarme. Me asusté, luché por mi libertad, sentí una prisión inviolable hasta que mi alma retomó la valentía de batallas anteriores y de un manotazo rompió la opresión.
Abrí los ojos y la oscuridad y el silencio eran mi única compañía aunque en el aire se respiraba su presencia. Quizás fue la premonición del cuaderno encontrado. Un viejo recuerdo que pasó a despedirse antes de convertirse en olvido.

domingo, 16 de junio de 2013

Humo negro



Humo negro

Hay noches en las que te contás a vos mismo todos tus miedos y así podés vaciar tu interior de ese humo negro que agobia y pesa, y lastima el interior, rozándote los latidos, los pulmones (la sentencia directa de todo malestar físico).
A veces este proceso de sanación deberíamos practicarlo más seguido y, quizás así nos podríamos liberar de algunos desencantos.



domingo, 7 de abril de 2013

Fusiones

Antes de tiempo, te vas,
nos vemos en lugares
donde no deberíamos vernos,
va perdiendo vuelo el ángel...
(caída libre de cara al suelo).

Y, el himno que escuchaba,
las lágrimas secas,
los desórdenes de trasfondo
junto al eco turbio esbozado,
pidiendo calma, pidiendo caos.

La voz triste que me habla,
mi voz lejana en este cuarto,
las risas, carcajadas y curitas
dibujando las fusiones e ideas nuevas
que pierden en situaciones antiguas.


miércoles, 3 de abril de 2013

Arena húmeda

Perdiendo el tiempo, miró
(si fue así)
en la noche sin luz,
el hueco oscuro y desierto.

Pretendió engañar,
olvidarse de "cosas" un momento,
estirándo el andar
despegar un poquito del cielo.

Un árbol veloz
algunos dulces sueños,
la palabra torcida, la luz
y aquél hueco...

Es distante entender,
y mirarse la cara de lejos,
un desierto audaz,
arena secándose en el viento.

jueves, 21 de marzo de 2013

Retrato de un angustiado

Retrato de un angustiado
Acrílico
50 x 30 cm

martes, 12 de marzo de 2013

Última explosión

Última explosión
Acrílico, aerosol, oleo en barra, dibujo.
100 x 150 cm


Si todo te da igual, estás haciendo mal las cuentas. Albert Einstein